viernes, 10 de junio de 2011

Sorpresas enlatadas

¿Quién no querría controlar un poco más el tiempo en su vida? Retroceder cuando algo es muy bello, y revivirlo, o cuando algo nos hace mucho daño, y evitarlo. Volver a sentir la inocencia de un primer beso.

Pero, ¿y si así fuera? Si todo fuera bonito y maravilloso, sin lágrimas de dolor y sin sorpresas al final del día, ¿valdría la pena? Imagínate, hasta el momento más dulce sabría rancio y enlatado. Si nos paramos a pensarlo friamente, lo que más nos hace avanzar, madurar y nos da fuerza y empuje son presisamente esos momentos que más nos duele recordar. Porque tras años de caídas, he llegado a dos conclusiones: que la mayoría de las veces me he tirado al suelo yo solita, y que lo que más me pudo honrar fue levantarme. En fin: superarse y crecer ante las adversidades.

Date las oportunidades que necesites y no te castigues por cometer errores o por malgastar el tiempo, y aprende todo lo que puedas. Y sobre todo, mucho menos dejes que nadie te juzgue. Si alguien te hace daño, tengo comprobado que sonreir es el mejor antídoto que existe contra los egos exaltados.

Porque al final no existe nadie malo, solo existen las personalidades poco cultivadas, pero con tiempo y lágrimas a todos se nos bajan los humos y se nos crecen los fuegos (xD).

Pues eso, blogo-amigo, exhibe tus heridas de guerra como tus mejores trofeos, y confía en tí porque hagas lo que hagas es algo importante que te llevará a alguna parte. Si no, que alguien me lo explique porque no le encuentro sentido a esta vida... Una cosa más, ¡he vuelto a escribir en voz baja esas cosas que nunca te dije pero quería que lo supieras! Paz y amor ^^

No hay comentarios:

Publicar un comentario