domingo, 5 de septiembre de 2010

Las leyes físicas Vs Iris...¡Que divertículo!

Ayer fui a estudiar al CULP, y, como de costumbre, fui a almorzar a la cafetería del hospital. Hasta ahí todo normal.
Cogí mi bandejita, le puse el pan, el agua, y los cubiertos. Luego fui escogí lo que quería comer:
-Sopa de fideos y ternera, por favor.
-Toma mi niña, ¿y de segundo plato?
-Hamburguesas, con salsa. ¡Gracias!
Escogí mi postre y fui a pagar. Como casi siempre, fui a comer con mi amigo Dani, y mientras hacíamos cola para pagar, me dijo, absolutamente en broma:
-Pon la bandeja ahí, (en unas barras metálicas que hay antes de llegar a la caja), no se te vaya a caer.
A lo que yo respondí, absolutamente en broma:
-Bah, así le doy algo de emoción a mi vida.

Pues eso, termina la cola y me llega el turno para pagar. Se me había olvidado sacar mi carné universitario así que abrí mi cartera y.... La bandeja se inclina hacia mí. Sólo tengo dos manos. Veo como la sopa, que estaba estratégicamente colocada hacia mí, se vierte lentamente cuan cascada, y los tropezones de carne y los fideos lo salpican todo. Decido rápidamente hacer mi cuerpo hacia atrás, pero las manos hacia adelante, para salvar la bandeja. Por efecto de la gravedad, veo como el cuenco termina de verter la sopa, y siento los ojos de media cafetería clavados en mí, como pensando: ¡Haz algo, coño! Todo transcurre en cámara lenta, y puedo ver con el rabillo del ojo como Dani se aparta de mí y hace unos incontenibles aspavientos para contener sus caracajadas. La sopa termina de caer, y la bandeja, desnivelada, deja caer el cuenco. Yo pienso: sólo tengo dos manos, así que o salvo el cuenco en el aire y sacrifico el resto, o dejo que caiga. Decido sacrificar el cuenco y en cuestión de milésimas de segundo miles de trozos de porcelana se esparcen por encima de la sopa, los fideos, y la ternera, ya en el suelo, así como una maravillosa obra de arte estilo gotelé. El ruido hace que ahora no me mire media cafetería: ahora me mira, medio entre risas medio en tensión, la cafetería entera. Me quiero morir de la verguenza. Entonces, ya medio consternada, dejo de pensar, y sigo agarrando la bandeja aunque ya todo lo que había en ella se abalanza vertiginosamente hacia mí. A esas alturas, me da igual. Todo cae por su propio peso y, una vez estoy a salvo, la dependienta me dice, con un tono de voz que roza al menos los 100 decibelios:
-Eres estudiante, ¿verdad?
-Ehhh...Sí- digo entre dientes. Dani ya no se esfuerza más en contener la risa.
La dependienta llama a otra chica para que limpie y me dice que la siga hasta la cocina.
-Estudiante tenía que ser- dice mirando a los otros clientes mientras se ríe. Mierda, ahora sí que me muero de verguenza.
Voy a la cocina y me ayuda a limpiarme. La verdad es que la chica es un sol, dada la situación. Al salir, todo el mundo me mira, TODO EL MUNDO. Vuelvo a empezar de nuevo la cola de la verguenza para recoger la comida de nuevo.
Bueno, por si alguno acababa de llegar y no se había percatado de la escena, la chica que sirve la comida me pregunta:
-¿Eres tú a la que se le acaba de caer la bandeja?
-Sí- en serio, tierra, ¡trágame!
Cóbrale a esta chica el menú doble! ¡Y los platos! ¡Y la bandeja!-grita lo suficientemente alto para que le oiga no ya su amable compañera de caja, sino toda África Occidental.
Escondo mi cabeza. Llego a la caja y la dependienta, que a estas alturas ya me ha convencido de sobra de que es un cielo de persona, me dice que me salte la cola y que vaya a pagar, "pobrecita".
Un hombre mayor, digámoslo así por respeto, dice:
-Si se le cayó la bandeja que se joda, que haga la cola y que pague- Olee, eso si que es solidaridad, caballero, ¬¬.
Pago mi almuerzo, y para mi sorpresa sólo me cobran un menú de estudiante. Cuando me estoy yendo la dependienta me dice:
-Cuidado mi niña, vete despacito para que no te tropieces-
-Si, si... Esto...Gracias...
Cuando llego a la mesa a Dani casi le da una parada respiratoria ya que por fin se puede descojonar a gusto.
-¡No se lo digas a nadie, por Dios!- le ruego.
Pero al final he decidido compartirlo.

2 comentarios:

  1. Buenísimo, jajajajaja. Me puedo imaginar la cara de Dani perfectamente... xD

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  2. juas, al leerlo tiene aire epico, me encanta xDDD

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